Los residuos procedentes del sector de la construcción de nuevas edificaciones, la demolición de edificios y los derivados de pequeñas obras de reforma en viviendas o locales, forman parte de la categoría de escombros denominada Residuos de Construcción y Demolición (RCD).

La generación y gestión de estos escombros constituye un problema ambiental grave, puesto que muchas de las obras abandonan los deshechos o contratan una gestión inadecuada de los RCD, lo que produce un impacto muy negativo, que pueden provocar la contaminación en el agua, en el suelo o en el aire, contribuir al cambio climático, además de afectar a los ecosistemas y a la salud humana.

La normativa determina la necesidad de realizar una estimación “ex-ante” de la tipología y volumen de los distintos residuos que se generarán en la ejecución de una obra. El nivel de detalle y precisión debe ser el adecuado para hacer efectiva una planificación que permita llevar a cabo la gestión de escombros.

Cuando se realiza una correcta gestión los RCD pueden convertirse en recursos o subproductos, que contribuyen al ahorro de materias primas, a la conservación de los recursos naturales, del clima y al desarrollo sostenible.

En España la mayor parte de los escombros de obra no se reciclan, se depositan en vertederos controlados, ocupando grandes espacios de vertido y provocando su colmatación de manera más rápida.

Es por ello por lo que se debe contar con una empresa de alquiler de contenedores de obra y gestión de escombros con los certificados y que cumpla con todas las normativas, para la correcta gestión y generar el menor impacto en el medio ambiente.